Por Sofía González, PhD. – Universidad del Sagrado Corazón
Este año, del 1 al 7 de noviembre se celebra la Semana de la Psicología en Puerto Rico. Por esta razón, queremos perfilar algunos acontecimientos significativos en la historia de la disciplina en la isla. Aunque desde finales del siglo XIX se impartían cursos sobre temas psicológicos en el Instituto Civil de Segunda Enseñanza, no es hasta las primeras décadas del siglo XX, con la ampliación del sistema educativo, que se observa un desarrollo ininterrumpido de la psicología. En la universidad del estado, el primer departamento de psicología se estableció en 1924 en el Colegio de Educación. Este primer departamento tuvo una gran acogida. Igualmente, contó con una amplia producción investigativa en el área de medición. Una historia vinculada a las trasformaciones sociales que experimentó el país durante estos años y una inclinación hacia la corriente funcionalista serán puntos de convergencia entre el ya mencionado departamento y el programa de psicología que a finales de la década del treinta se estableció en el Instituto Politécnico de Puerto Rico en San Germán (hoy Universidad Interamericana) (Álvarez, 2006; Asencio- Toro, 2006).

A raíz de la reforma universitaria de 1943, en la Universidad de Puerto Rico, el departamento de psicología fue trasladado a la recién creada Facultad de Ciencias Sociales. La especialidad graduó menos de una decena de estudiantes en 1950. Esa misma década se establece la primera entidad profesional. El 10 de mayo de 1954 se fundó la Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR). Su principal objetivo fue establecer nexos entre aquellos que ejercían la psicología en la isla, fomentar el crecimiento de la disciplina y mejorar los ofrecimientos de los servicios psicológicos en el país. El doctor Efraín Sánchez Hidalgo fungió como su primer presidente. Los bríos de los primeros socios se evidencian en la pronta organización de convenciones, actividades de educación continua y un boletín. El psicólogo, como se conoció a esta primera publicación en los sesenta, comenzó a editarse desde los inicios de la Asociación. Su regularidad varió de un año a otro. En 1981 se creó otro espacio para la divulgación de los trabajos de los psicólogos del país, la Revista Puertorriqueña de Psicología (Álvarez, 2006; Roca de Torres, 2006).
En la medida en que la población en edad universitaria fue creciendo, las instituciones de educación superior tanto pública como privada aumentaron sus ofrecimientos en la disciplina. El aumento demográfico, las aceleradas transformaciones socio-económicas de la sociedad puertorriqueña, así como la necesidad de marcos teóricos adecuados a la realidad local impulsaron el establecimiento de programas subgraduados y graduados. En 1966, el doctor Carlos Albizu Miranda, junto al doctor Norman Matlin fundaron el Instituto Psicológico de Puerto Rico (hoy Universidad Carlos Albizu). El Instituto buscaba formar psicólogos clínicos a nivel de maestría. Ese mismo año la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras estableció su programa de maestría en psicología general con una orientación clínica. En 1968 la Universidad Católica en Ponce inicia su programa de bachillerato. A finales de los setenta, la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano inició su programa graduado en psicología con tres ofrecimientos: consejería psicológica, psicología escolar y psicología de personal (industrial-organizacional) (Bernal, 2006; Rivera, 2006; Rivera-Lugo, 2006).

Desde sus inicios, los miembros de la APPR estaban convencidos de la necesidad de regular la práctica de la psicología. Muchos fueron los debates, anteproyectos y proyectos presentados ante la legislatura hasta que en 1983 se establece la Ley 96 que reglamenta la psicología en Puerto Rico. Al amparo de esta ley se constituyó la Junta Examinadora de Psicólogos. Posteriormente, otras legislaciones han convenido en áreas específicas de la práctica profesional, como la ley 408 de Salud Mental del 2000 y la ley 70 de ese mismo año que instituyó la contratación de psicólogos escolares en el Departamento de Educación (Maldonado & Rivera, 2006).
En la actualidad, se otorgan grados doctorales en diversas especialidades en diferentes instituciones. Entre estas encontramos la Universidad de Puerto Rico, la Universidad Carlos Albizu, la Universidad Interamericana de Puerto Rico, el Sistema Universitario Ana G. Méndez, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y la Escuela de Medicina de Ponce. El boletín El Psicólogo cambió de nombre, Boletín de la APPR con publicaciones tres veces al año. A la Revista Puertorriqueña de Psicología se añaden las revistas profesionales Ciencias de la Conducta (Universidad Carlos Albizu) y Psicología(s) (Universidad de Puerto Rico). Sectores dentro del gremio debaten sobre la colegiación, licencias por especialidad y la deseabilidad de cambios a la ley que amplíen las facultades a la Junta Examinadora de Psicólogos. La Asociación se mantiene activa aportando a la búsqueda de soluciones a los distintos problemas sociales que vive el país. Durante la pandemia de COVID-19 la APPR ha brindado apoyo psicológico a los sectores más desventajados. También ha promovido campañas de prevención al contagio. De igual forma, mediante el uso de las nuevas tecnologías ha ofrecido seminarios y diálogos sobre la salud mental en tiempos de pandemia.
La Semana de la Psicología coincide con la convención anual de la APPR. Este año, la convención inicia el 6 de noviembre, razón por la cual la gobernadora proclamó del 1 al 7 noviembre la celebración de la semana del psicólogo. Felicidades en su semana a las psicólogas y psicólogos del país.

Referencias
Álvarez, A. (2006). La enseñanza de la psicología en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras:1903-1950. Revista Puertorriqueña de Psicología, 17, 93-113.
Asencio-Toro, G. (2006). Del Poly a la Inter: Reflexiones y apuntes sobre la enseñanza de la psicología en la Universidad Interamericana, Recinto de San German. Revista Puertorriqueña de Psicología, 17, 115-145.
Bernal, G. (2006). La psicología clínica en Puerto Rico. Revista Puertorriqueña de Psicología, 17, 341-388.
Maldonado-Feliciano, L. & Rivera-Alicea, B. (2006). Reglamentación de especialidades para la psicología en Puerto Rico: Consideraciones legales y profesionales. Revista Puertorriqueña dePsicología, 17, 297-337.
Rivera-Alicea, B. (2006). Estudios graduados en la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Revista Puertorriqueña de Psicología, 17, 187-211.
Rivera- Lugo, C. (2006). El desarrollo de la psicología en el sur de Puerto Rico: Pontificia Universidad Católica. Revista Puertorriqueña de Psicología, 17, 147-163.
Roca de Torres, I. (2006). La Asociación de Psicología de Puerto Rico: Una perspectiva histórica (1954-2005). Revista Puertorriqueña de Psicología, 17, 241-276.