In Memoriam: Rubén Ardila (1942-2025)

Acaba de dejarnos para siempre Rubén Ardila. Sus amigos, discípulos, e infinitos lectores que tenía, le echaremos de menos. Nos quedamos sin sus frecuentes noticias sobre temas de actualidad psicológica, sus recuerdos de colegas fallecidos o premiados, y sobre el mundo entero en general, porque todo le interesaba y lo compartía con el mundo de amigos que tenía.

Colombiano de nacimiento, era un psicólogo del mundo entero. Pero sentía una fraternidad especial con todos los pueblos iberoamericanos, o latinoamericanos, como gustaba decir. Le interesaba su prehistoria, y también su presente y futuro.

Tuvo siempre un recuerdo imborrable de una psicóloga exiliada española, Mercedes Rodrigo, que trabajó para establecer la carrera de psicología en Colombia, y cuyos esfuerzos siempre agradeció . Culminó sus estudios en Nebraska como psicólogo experimental, y desde entonces su ocupación fue impulsar en el mundo latinoamericano una psicología científica, basada en la experiencia y la investigación, pero atenta también a la realidad social de los pueblos americanos. Dos libros suyos, Walden Tres y Síntesis experimental del comportamiento, revelan su voluntad de conservar todo lo conservable del conductismo skinneriano, complementado en todo lo que fuera necesario con el estudio de la dimensión cognitiva y de la realidad histórico-social de la persona, y la demanda de progreso y libertad tan intensa en el mundo iberoamericano. Era un modelo de investigador científico consciente de las preocupaciones humanistas de los países del Cono Sur.

Ha dejado escritos más de treinta libros, -entre ellos una autobiografía muy sincera e interesante. Ha escrito manuales, reflexiones sobre filosofía de la psicología, incluso las cartas que recibiera de investigadores importantes. Ha fundado revistas, como la Revista Latinoamericana de psicología; ha hecho la historia, y aun la prehistoria, de la psicología latinoamericana. Y ha procurado al mismo tiempo ir avanzando hacia lo que pensaba que iba a ser el futuro.

Los psicólogos iberoamericanos perdemos ahora una figura emblemática, pero en esa pérdida todos nos sentimos más próximos y hermanados. Pero su afán por combinar la ciencia universal y las exigencias nacionales de democracia y libertad seguirán siendo un modelo para todos. Se nos ha ido la persona, pero nos quedan sus ideas y sus reflexiones. Le estamos, por ello, muy agradecidos.

Helio Carpintero
Academia de Psicología de España

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