
Recientemente, el famoso filólogo Papadopuros Wstky (2012), ha realizado un análisis pormenorizado de las prácticas discursivas de los historiadores de la psicología. Su análisis se realizó sobre un total de 10000000001 artículos, los cuales fueron sometidos a rigurosa revisión. Dentro de dichas prácticas, resaltan el uso tácito de una serie de significados y frases, dentro de los diferentes apartados de sus publicaciones.
Algunos de estos resultados muestran que en el título de los artículos, siempre que conste solamente el nombre de un país, esto querrá significar, la capital o ciudades más

importantes de este. Por ejemplo: “La psicología en Argentina”, en un 90% significa “La psicología en Buenos Aires”; “La psicología en Brasil”, significa “La psicología en Río de Janeiro o Sao Paulo”; “La psicología en Colombia”, significa “La psicología en Bogotá”. En este mismo sentido, esta costumbre clásica en este campo ha mostrado que su comunidad de investigadores prefiere el uso general de los términos, por ejemplo, cuando dicen “Historia de la locura”, en realidad quiere decir “Historia del Hospital Psiquiátrico…” y el nombre del mismo, o por ejemplo, “Historia Experimental”, en realidad es “Historia del Laboratorio de…” tal o cual instituto o universidad.
Otra costumbre llamativa, es auto-definirse como crítico (ante cualquier duda es mejor decir que uno pertenece al equipo de los campeones), sin dejar al publico lector que decida si la reconstrucción llevada adelante por el autor es o no percibida como crítica de las versiones anteriormente historiadas. Entonces se encuentran contradicciones como las que se puede leer a continuación “Relataremos la historia de Sigmund Freud, desde una punto de vista crítico, esta vez sí lo prometo…”, entrando en flagrante contradicción con uno de los aspectos más criticados por la historiografía crítica, es decir la historia biográfica (nada más celebratorio…¿No?). O por ejemplo, podemos encontrar libros editados sobre feminismo, y cuyo porcentaje de autores hombres es del 120 %… (¿Curioso? Ver Gráfico 1).
Además, otras fuentes señalan que en la narrativa de los historiadores propiamente dichos se encuentran una serie de frases que deben ser interpretadas. Algunos ejemplos de estas son: 1) “Como se sabe desde hace tiempo”, significa “No pude mirar bien la bibliografía”; 2) “Esta es una primera aproximación” significa “Leí una sola fuente y superficialmente”; 3) “No necesariamente todos los casos deben ajustarse a esta hipótesis” significa “Seguro que lo que estoy diciendo está mal”; 4) “A diferencia de los enfoques positivistas” significa “No me acuerdo bien las fechas”; 5) “Esta idea resulta interesante” significa “No se entiende nada”; 6) “Como demuestran los casos expuestos” significa “El que investigué”; 7) “Es necesario destacar tanto las continuidades como las rupturas…” significa “Es un tema que resulta bastante confuso”; 8) “Una primera versión de este trabajo” significa “Es la sexta vez que publico lo mismo”; y 9) “Como es de publico conocimiento” significa “Como dice Wikipedia” (Fuente: Ningún Historiador Nace Chorro).

Es así, que como podemos observar los artículos historiográficos de la psicología tienen una complejidad intrínseca en su discurso que debe ser deducida. Ahora, y gracias a Papadopuros Wstky, tenemos muchas herramientas para toda esa pila de de artículos que leeremos al costado de un río, del mar, o hasta donde nos alcance el dinero para alejarnos de nuestra morada habitual.
Desde aquí, los editores del Blog de la RIPeHP, les deseamos unas Felices Fiestas!!! y unas muy gratas y reparadoras vacaciones!!!
Gracias por el inspirado, entretenido, agudo y humorístico saludo navideño; los mejores deseos para todos y todas! María Inés Winkler, Santiago, Chile.
Muy bueno, ligero y al mismo tiempo, preciso. Felicidades al autor