Estudios Sociales de la Ciencia e Historia de la Psicología

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Quisiera explorar una vía que recientemente se ha considerado un interesante campo de estudio desde la sociología del conocimiento e historia de la ciencia. Los estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología (ESCT) han sido una herramienta útil para comprender los entramados de la ciencia, la tecnología y sus prácticas, han merecido un lugar en las interpretaciones contemporáneas de los elementos que configuran la producción de lo que se ha denominado tecnociencia.

Los Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología (ESCT) se pueden considerar un área de estudio, que desde diversas perspectivas de análisis, reflexionan sobre las características culturales, políticas y éticas de las formas de producción, socialización y uso del conocimiento científico. Un procedimiento interesante de los ESCT, es su propuesta historiográfica que abre las puertas a distintas vías de análisis de lo constitutivo de las tecnociencias. Es así que desde la sociología del conocimiento científico se abre el espacio para la reflexividad y la simetría, como definiciones que orientan los procesos de comprensión de los hechos sociales de la ciencia en sus aciertos y errores, comprendida como producto histórico (Bloor, 1971/1998).

Adicionalmente, se desarrollan formas metodológicas para observar la producción de los hechos científicos como productos sociales que implican tradiciones, rituales, procedimientos, replanteamientos y que son los antecedentes de la estabilización de dispositivos discursivos sobre la actividad científica. Estos estudios denominados etnografías de laboratorio, se concentran en abrir la cultura de la producción científica a la comprensión social (Latour y Woolgar, 1986).

Sumado a estas propuestas se encuentran los estudios de movilización de dispositivos conceptuales y prácticos de la ciencia a localidades específicas. Estas formas comprensivas incluyen la reflexión sobre la clásica oposición Centro – Periferia, derivada de las teorías de difusión. La crítica reflexiva observada en los ESCT posibilita la comprensión de la movilidad como efecto de procesos de interés político, producto de relaciones internacionales, institucionalización de prácticas efectivas de racionalidad acomodadas a contextos locales que implican interpretaciones y modificaciones de los conceptos y las prácticas. Se dejan de lado las historias heroicas de personajes que mueven ciencia y, se privilegian las observaciones sobre intereses grupales, los recursos materiales y las posiciones de poder que posibilitan ciertas formas de racionalidad (Chambers y Guillespie, 2000; Restrepo, 2000; De Greiff y Nieto, 2005).

Los estudios sobre la controversia y traducción, producto de las reflexiones sobre la Teoría del Actor Red, son un interesante recurso para elaborar formas historiográficas que implican el rastreo de redes de relaciones entre actores. El análisis desde esta perspectiva privilegia la manera en que los actores, humanos o no humanos, traducen intereses para producir realidades tecnocientíficas, en este caso la teoría exhibe una suerte de rastreo que permite recorrer la red y sus configuraciones, ocupándose de observar las relaciones sociales que emergen y cómo éstas afectan la producción de negociaciones sobre conceptos, prácticas, tecnología y todo lo que pueda resultar como producto de la sociedad (Latour, 1992; Callon, 1986; Law, 1992)

Cada una de las vías superficialmente expuestas, son posibilidades para lograr novedosas miradas sobre la historia de la psicología. Cada una de estas vías puede traer formas de interpretación de los antecedentes sociales de la psicología como tecnociencia que se abre espacios en las sociedades ensamblando realidades particulares sobre los contextos en los que se relaciona. Estas vías pueden ser un valioso  proceso metodológico que ofrece perspectivas reflexivas para discutir las versiones tradicionales de la historia de la psicología.

Para ahondar sobre historias de la psicología utilizando las vías sugeridas por los ESCT, sugerimos algunas publicaciones sobre el tema en la sección especial “Saberes y prácticas psicológicos desde los estudios sociales de la ciencia y la tecnologíapublicada en la Revista Summa Psicológica UST Vol 12 No 1. (2015). También los invitamos a revisar otros artículos sobre el tema:

Jaraba-Barrios, B., & Mora-Gámez, F. (2010). Reconstruyendo el objeto de la crítica: sobre las posibles confluencias entre psicología crítica y estudios sociales de la ciencia y la tecnología. Revista Colombiana de Psicología,19(2), 225-239.

Moreno, P. (2014). Producción de evidencia psicológica en el debate jurídico sobre adopción gay en Colombia. Universitas Psychologica, 13(5), 1931-1940. doi:10.11144/Javeriana.upsy13-5.pepd

Narciandi, J. C. L. (2009). ¿ Sujetos o” actantes”? El constructivismo de Latour y la psicología constructivista. AIBR, Revista de Antropología Iberoamericana, 4(1), 113-136.

Serrano, F. T., & i Argemí, M. D. (2005). Asociaciones heterogéneas y actantes: el giro postsocial de la teoría del actor-red. AIBR. Revista de Antropología Iberoamericana, (Esp), 0.

Referencias

Bloor, D. (1998). Conocimiento e imaginario social. Barcelona, España: Gedisa. (Trabajo original publicado en 1971).

Callon, M. (1986). The Sociology of an actor-network: The case of the electric vehicle. En M. Callon, J. Law & A. Rip (Eds.), Mapping the dynamics of science and technology (pp. 19-34). London, England: Macmillan Press.

Chambers, D., & Gillespie, R. (2000). Locality in the history of science: Colonial science, technoscience and indigenous knowledge. Osiris, 15, 221-240.

De Greiff, A., & Nieto, M. (2005). Anotaciones para una agenda de investigación sobre las relaciones tecnocientíficas Sur-Norte. Revista de Estudios Sociales, 22, 59-69.

Latour, B., & Woolgar, S. (1986). La vida en el laboratorio. Madrid, España: Alianza.

Latour, B. (1993). Ciencia en acción: cómo seguir a los científicos e ingenieros a través de la sociedad. Labor: Barcelona.

Law, J. (1992). Notes on the theory of the actor-network: Ordering, strategy, and heterogeneity. Systems Practice, 5(4), 379-393.

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