Hoy, 13 de octubre, se celebra el Día del Psicólogo en Argentina. Esta conmemoración fue establecida en 1974 durante el Primer Encuentro Nacional de Psicólogos y Estudiantes de Psicología, que tuvo lugar en la ciudad de Córdoba, entre los días 11 y 13 de octubre, convocado por la Confederación de Psicólogos de la República Argentina (COPRA). Esta organización fue la primera iniciativa gremial de la psicología que intentó reunir a todas las asociaciones del país. La misma había sido constituida a fines de 1973 y estaba integrada en sus comienzos por representantes de las asociaciones de psicólogos de Capital Federal, Córdoba, La Plata y San Luis y miembros provenientes de otros puntos del país donde aún se encontraba en proceso de constitución las respectivas asociaciones.
En el plenario de cierre del encuentro antes mencionado se dieron intensas discusiones en cuanto al rol del psicólogo, pues por entonces había versiones encontradas en cuanto a la relación entre psicología y psiquiatría, al tiempo que se debatían los principios teóricos y políticos que debían sustentar el ejercicio de la disciplina. Todas estas polémicas se enmarcaban en el clima social y político de Argentina de principios de los años 70, cuando la elección de Juan Domingo Perón como presidente permitió la restauración de la democracia, aunque en medio de fuertes tensiones entre sectores de izquierda y derecha.
Entre tanto, la situación profesional de los psicólogos que se venían recibiendo en las universidades públicas desde principios de los años 1960 era aún incipiente, ya que la única función establecida para ellos era la clínica, como auxiliar del psiquiatra. Por ello el espíritu de la COPRA era reunir a las asociaciones del pais para aunar fuerzas en pos de una mejor posición del psicólogo. Todas estas iniciativas, sin embargo, se vieron truncadas debido al golpe militar de 1976, tras el cual se impuso una prohibición a todo tipo de organización gremial, lo que llevó a la disolución de la COPRA.
No obstante, al interior de las provincias las asociaciones de psicólogos siguieron en funcionamiento, logrando algunos éxitos aislados. Dentro de las asociaciones más relevantes se encontraba la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA), que contaba en su comisión directiva con profesionales como Jorge Sevilla, Beatriz Perosio, Hugo Vezzetti y Alfredo Smith, entre otros. Tras varias y largas luchas, la APBA lograría congregar a diferentes asociaciones del país en la Ferderación de Psicologos de la Republica Argentina (FePRA), la que sería presidida por una la incansable defensora de los derechos del psicólogo, nos referimos a Beatriz Leonor Perosio.

Esta joven psicóloga de 30 años, había recorrido el país revisando el estado de la profesión en las diferentes provincias y promoviendo la creación de una organización que integrara a todas las asociaciones del país. Dichas actividades eran mal vistas por el gobierno de facto, el cual hizo a Perosio objeto de amenazas en varias oportunidades, tanto por su actividad gremial como por su orientación ideológica de izquierda.

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El día 8 de agosto de 1978 Beatriz Perosio fue secuestrada por un agente de las fuerzas de facto, encubierto bajo el nombre ‘Juan Manuel Sánchez’. Fue llevada desde el jardín de infantes que había fundado con otra socia al campo de detención ilegal denominado El Vesubio. Allí fue vista por última vez con vida.
Sería Hugo Vezzetti, en aquel entonces vicepresidente de la FePRA, quien se encargaría de continuar la obra de la presidenta. Sin embargo, durante la dictadura la psicología seguiría siendo vista como ideología exótica, y por tanto relegada a un lugar secundario.
Con el regreso de la democracia, en el año 1985, Hugo Storani, secretario de Asuntos Universitarios del Ministerio de Educación y Justicia, convocó a unas jornadas para definir las incumbencias del título de psicólogo en Argentina, resultado de las cuales emanó la Resolución 2447, la que fijaba al psicólogo incumbencias en el ámbito de la investigación, la clínica, la educación, el trabajo, la justicia, lo socio-institucional y lo comunitario, dando al amplio espectro de nuestra disciplina el carácter legal y jurídico necesario para su práctica.
En memoria de todo lo anterior y en particular de los más de 60 profesionales y estudiantes de psicología desaparecidos/as durante la dictadura, que lucharon por una mejor sociedad y por una psicología independiente y organizada, saludamos y felicitamos a todas y todos nuestros colegas de Argentina en su día.