Nuestros colegas de la República Oriental del Uruguay celebran hoy un nuevo aniversario de la creación de la Mesa Coordinadora de Gremios de Psicólogos, ocurrida en 1983. También el 6 de diciembre, pero de 1985, fue creado el Claustro General de Psicología Universitaria. Ambos eventos son motivo suficiente para declarar esta fecha como el día nacional de la psicología en el país, y para que hoy les extendamos nuestro más cálido saludo.

Por supuesto, para ese entonces la psicología uruguaya contaba con una extensa y rica historia que según autores como Carrasco (2005) y Ruíz Santos (2012) puede remontarse hasta finales del siglo XIX en la forma de cátedras y discusiones entre intelectuales por lo general enmarcadas dentro de la filosofía. Ya en el siglo XX dos factores contribuirían al surgimiento de la psicología académica y profesional en Uruguay; de un lado, las crecientes necesidades de las instituciones modernas que la industrialización del país requería y, de otro, la migración de psicólogos profesionales desde Europa o desde países vecinos. Fue este el caso del español Emilio Mira y López y del polaco Waclaw Radecky, quienes entre los años 30 y 50 del siglo XX promovieron la investigación, la enseñanza y el ejercicio de la psicología en el Uruguay, al punto que es en Montevideo donde se realiza el Primer Congreso Latinoamericano de Psicología en 1950, el cual congregó a las principales figuras de la entonces naciente psicología de la región, como Mercedes Rodrigo, Federico Pascual del Roncal, Enrique Mouchet, Osvaldo Loudet, Joao de Souza Ferraz y Durval Marcondes (Alarcón, 2004). Este encuentro inicial sería el precedente inmediato para la creación de la Sociedad Interamericana de Psicología, llevada a efecto en 1951.

La vitalidad de la psicología uruguaya durante los años siguientes se vería truncada por el advenimiento del gobierno de facto, que vio en las ciencias sociales una potencial amenaza a sus propósitos, por lo que trataría de asfixiar su enseñanza y ejercicio, lo que para el caso de la psicología se tradujo en el cierre de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República, único centro de estudios superiores del país en esa época.
Luego de la dictadura, surge la Universidad Católica del Uruguay que abre una carrera

de psicología, mientras que en la UdelaR se adelanta un arduo proceso de reflexión y reorganización que dará lugar a la creación, en 1987, del Instituto de Psicología, que en 1994 obtendría el estatus de Facultad, recuperando así la disciplina el lugar del que la dictadura la desbancó.
Sea esta fecha la oportunidad de recordar todas estas vicisitudes que han dado forma a la psicología uruguaya y que le auguran, sin lugar a dudas, un futuro brillante.