Colaboración del Ps. Rodrigo Molina Miranda, Presidente Nacional – Colegio de Psicólogos de Chile A.G.
El día del psicólogo en Chile es un hito que no está libre de polémicas o ambigüedades. En términos de raigambre cultural, podemos afirmar que el día del Psicólogo está presente como una fecha recordada y frecuentemente validada en el medio nacional, lo cual explica las múltiples celebraciones y/o actos que se organizan en diferentes comunidades académicas y laborales para recordarla. El 9 de Noviembre es una fecha validada culturalmente y esperada año a año.
No obstante, en los últimos 3 años ha surgido un movimiento que busca reivindicar la que sería la verdadera fecha que le otorgue un sentido de fondo al hito. Lo anterior, debido a que no existe registro de ningún hecho real que haya acontecido un 9 de Noviembre como para generar el sustento básico para declarar esa fecha como Día del Psicólogo en Chile. En efecto, parece que más que existir un hecho concreto que lo justifique, el 9 de Noviembre parece ser una fecha que se ha transmitido sólo por uso y costumbre, pero en ningún caso a partir de un hecho real relacionado con algún acto significativo para la Psicología en Chile.
En otros países de la región, el día del psicólogo y de otras profesiones está respaldado por Ley emanada de organismos del Estado, lo cual da cuenta de un proceso previo de discusión entre los actores sociales pertinentes a cada disciplina, su consiguiente conclusión y posterior formalización a través de una norma especialmente promulgada para oficializar la efeméride. No es el caso de Chile, pues la definición e instalación de la fecha obedece más bien, como ya se señaló, al uso y costumbre de la tradición popular.
A partir del trabajo del grupo de investigación histórica de SIP-Chile, el Jueves 20 de Agosto del 2009, en el marco de las Jornadas de Psicologia: Encuentros, controversias, historia y futuros, organizadas por la Escuela de Psicologia de la Universidad Catolica del Norte, se plantea la iniciativa de modificación de fecha mediante una propuesta al Colegio de Psicólogos, Sociedades Cientificas en Psicologia chilenas y a los distintos centros formadores, el cambio de la fecha de celebracion del dia del psicologo en Chile. Para este motivo, se firma un Acta de Declaración Pública denominada posteriormente Declaración de Antofagasta, la cual firmaron los presentes manifestando su adhesión con la presente iniciativa.
Durante el 2010, el Colegio de Psicólogos de Chile, a través de su Directorio Nacional, acoge la propuesta y oficializa el reconocimiento del 9 de Diciembre como la nueva fecha formalmente reconocida para celebrar el Día del Psicólogo. No obstante, la fuerza de la costumbre es poderosa, y es así que desde aquel momento se ha instalado una confusión generalizada respecto de cuál es la verdadera fecha entre la comunidad de la psicología chilena. Un sector sigue reconociendo el 9 de Noviembre como la fecha oficial siguiendo nada más que la costumbre, otro sector reivindica el 9 de Diciembre con conocimiento de la historia aquí descrita, y un tercer sector mantiene el 9 de Noviembre haciendo caso omiso de la propuesta y de la resolución formal del Colegio de Psicólogos. Incluso existe un cuarto sector que ha planteado la idea, dada la confusión, de instaurar el mes de la Psicología (desde el 9 de Noviembre al 9 de Diciembre)
Hoy, a fines del año 2012, mantenemos esta dinámica, y aún parece ser que estamos a medio camino de llegar a una definición unificada al respecto. Si bien existe una definición oficial de parte del Colegio de Psicólogos al respecto, a la luz de la evidencia, esto no resulta suficiente. Y tiene mucho sentido si consideramos que el Colegio de Psicólogos de Chile agrupa a menos del 20% de los profesionales de la disciplina, puesto que en nuestro país la colegiatura es voluntaria. Es decir, no existe control ético profesional, el ejercicio de la profesión está totalmente liberalizado y regulado por una lógica de mercado. Por lo tanto, las decisiones formales emanadas desde el Colegio de Psicólogos de Chile, para muchos sectores de la comunidad psicológica nacional, son eminentemente simbólicas, no vinculantes y lo más importante, poco representativas por el hecho de agrupar a una minoría de psicólogos.
La propuesta y solicitud emanada desde aquella Declaración de Antofagasta el año 2009, fue presentada no sólo al Colegio, sino también a las sociedades científicas en Psicología chilenas y a los centros formadores. Sin embargo, de todas estas instituciones, el Colegio es la única que se ha pronunciado formalmente acogiendo la propuesta. Esto resulta evidente por cuanto en muchas escuelas de psicología del país continúa celebrándose el 9 de Noviembre el Día del Psicólogo o la semana de psicología, lo cual contrasta con la celebración oficial del Colegio, que viene siendo desde el 2010, el 9 de Diciembre.
Queda pues, una larga tarea para socializar y concitar un acuerdo general, amplio y representativo al respecto. Un motivo más para buscar los puentes de integración necesarios para las diversas instituciones relevantes del quehacer de la psicología en Chile, puesto que los existentes no están formalmente constituidos y más bien nuestras entidades se dan cita frente a coyunturas puntuales y acotadas en el tiempo.
En efecto, las relaciones institucionales entre todos los entes relevantes de la psicología chilena no tienen aún convergencia sistemática en alguna macro instancia formalizada para tal fin. Lo anterior, mantiene al quehacer de la psicología fragmentado en tres grandes estamentos: la academia, el estudiantado y las organizaciones gremiales y científicas. Y esto se evidencia claramente al considerar la dinámica actual respecto del Día del Psicólogo en Chile.