Por José E. García (Universidad Católica, Asunción, Paraguay).
La psicología como campo de conocimiento interesado en los problemas de la conciencia y los fenómenos mentales comenzó en el Paraguay con la publicación de un pequeño grupo de artículos y libros cuyos autores fueron maestros, abogados, historiadores e investigadores que procedían de distintas disciplinas. Esos trabajos presentaban contenidos orientados de manera específica hacia la psicología o se situaban en el cruce con áreas conexas como la educación y la sociología y circularon por lo menos desde las últimas décadas de la decimonovena centuria. Constituyeron así la materia prima para el ciclo introductorio de la psicología nacional. Sobre la base que formaron estas discusiones pioneras se desarrollaron décadas más tarde los estudios académicos con rango universitario y la profesión del psicólogo, que surgen como fenómenos más recientes.

La primera carrera de psicología comenzó a impartir lecciones en las aulas de la Universidad Católica de Asunción en marzo de 1963. Con ello se iniciaba un nuevo campo de estudio autónomo y comenzaban a establecerse los eslabones iniciales de una profesión que en las décadas siguientes habría de consolidar su presencia e influencia social. El propósito de conformar una asociación que pudiera reflejar los intereses de los nóveles profesionales y que al mismo tiempo sirviera para promover de manera activa la agremiación e identidad de sus practicantes tuvieron manifestaciones muy tempranas, incluso antes que se produjera formalmente la titulación de los egresados en la primera carrera de Psicología.
En efecto, fue un grupo de alumnos que cursaban el último año de la licenciatura en la Universidad Católica y varios de sus profesores quienes convirtieron en realidad concreta la idea de organizar la primera asociación profesional. El resultado directo de ese esfuerzo fue la creación de la Sociedad Paraguaya de Psicología en 1966. El entusiasmo que sintieron sus iniciadores solo podía compararse con la precariedad de medios con que contaban. Todo el mobiliario, los lugares destinados a los archivos, el personal que se encargaba de atender a los miembros y los edificios que sirvieron al sostenimiento material de la sociedad fueron empleados en carácter de préstamo por el lapso de varias décadas. La documentación perteneciente a la sociedad quedaba a resguardo de los presidentes y otros funcionarios que los mantenían en sus archivos personales junto a sus demás elementos de trabajo. Con cada nueva elección y renovación de las directivas algo de ello se recuperaba y era entregado a los nuevos administradores. Pero mucha de la papelería ya no era transferida de un presidente a otro, lo que hizo que valiosa información se fuese perdiendo de a poco. Solo en forma muy tardía, cuando fue inaugurada la Casa del Psicólogo en 2004, pudo disponerse de una sede permanente para las reuniones y las actividades académicas o sociales que constituyen la vida de la sociedad, dejando atrás casi cuarenta años de archivos ambulatorios.
Existe una versión mantenida con base en la transmisión oral, pero desprovista de elementos probatorios objetivos, conforme a la cual la primera reunión preparatoria con miras al establecimiento de una sociedad psicológica se habría realizado un día 22 de mayo de 1966. Aunque incapaz de sostenerse con el rigor de la evidencia, esta fecha es la que ha sido aceptada por los psicólogos paraguayos para la conmemoración de su día. Desde luego, menos aún puede afirmarse sobre cuántos y quiénes habrían participado de aquél encuentro fundacional.
El 22 de mayo se ha convertido en un claro referente para los profesionales del comportamiento en todo cuanto respecta a su identidad como psicólogos. También les ha legado un claro sentido de pertenencia. Cada año se programan reuniones, páneles, debates, conferencias y simposios donde el foco de reflexión y análisis es la psicología paraguaya y sus desafíos actuales. Los escenarios habituales son los salones de la Sociedad Paraguaya de Psicología y los auditorios con que cuentan varias universidades. El Congreso Universitario de Psicología, que tuvo un total de ocho ediciones, se organizó de manera regular entre 1996 y el 2005. La realización de este congreso se agendaba siempre en la fecha que corresponde a la celebración del día del psicólogo. La concurrencia era numerosa y siempre fue notoria la participación mayoritaria de estudiantes. Muchos aspectos importantes para la ciencia y profesión de la psicología fueron discutidos en aquéllas reuniones, que sin embargo en la actualidad han quedado discontinuadas. Relanzar su organización es una tarea pendiente. Pero cada año el 22 de mayo continúa siendo un estímulo para el reencuentro de los psicólogos con su ciencia. Es un momento propicio para replantear los desafíos que derivan de la profesión aplicada, así como un intento de estar a la altura del compromiso y la eficiencia profesional que de ellos espera la comunidad nacional que los acoge.
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