Recientemente dejó de estar con nosotras/os Elizabeth Scarborough, reconocida historiadora en el campo de la psicología y, probablemente, más recordada por su aporte en torno a la visibilización de las pioneras de nuestra disciplina. Su vida, tal como ella lo relata, constituye un caso ejemplar del laberinto que han debido sortear las mujeres profesionales y académicas durante el siglo XX.
Elizabeth nació el 30 de marzo 1935 en Ruston, Louisiana. Fue la hija mayor del matrimonio conformado por Truett L. y Helen Pauline (Olmstead) Scarborough. Se graduó en 1952 de la Ruston High School y cuatro años más tarde obtuvo su Licenciatura en Psicología en la Universidad Hardin-Simmons (Abilene-Texas, E.E.U.U.). En 1966 completó los estudios de maestría en psicología en la Universidad de New Hampshire. Luego, mientras cursaba el doctorado en Historia de la Psicología en esta misma universidad, Elizabeth hizo “malabares” para estudiar, criar a sus dos hijos, trabajar como profesora parcial y encargarse del cuidado del hogar.
Tras completar su doctorado en 1972, acompañó a su marido a una nueva posición en la Northern Illinois University. Por desgracia, aunque este nuevo trabajo le ofreció una promoción profesional a su esposo, ella sólo tuvo acceso a la docencia de tiempo parcial. Durante este período, se le pidió que escribiera un artículo sobre la historia de las mujeres en la psicología, un tema que apenas había sido tocado por los historiadores. Ella tenía poco conocimiento e interés en el tema; pero junto a su colaboradora Laurel Furumoto, descubrió a muchas mujeres olvidadas en la primera generación de psicólogas estadounidenses, y esto la llevó a más de 10 años de investigación. Con el movimiento de las mujeres ganando impulso, y el campo de la historia de las mujeres en franca apertura, un editor se acercó a ellas para proponerles escribir un libro. El resultado fue “Untold Lives: The First Generation of American Women Psychologists” de 1987 y que hoy ya es considerado un clásico en el tema.
Como estudiante de doctorado, Elizabeth pudo relacionarse con las luchas de las mujeres sobre las que escribió en “Vidas no contadas”. En ese momento, su vida se bifurcaba en dos direcciones: la academia y generar carrera por un lado, y la familia por el otro. Junto a su esposo discutían la posibilidad de trasladarse a otro lugar donde ella pudiera encontrar un mejor puesto, lo cual nunca se materializó. Para ella se hizo evidente que además de encontrar un trabajo, necesitaba divorciarse. Con esto en mente, se entrevistó para varios puestos de trabajo en diversos lugares. Cuando se le presentó una oferta en la Universidad de Fredonia, pidió el divorcio y seis semanas después, se trasladó al estado de Nueva York. Desde entonces, su trabajo profesional pudo recibir su total atención, ya no se sentía dividida.
Scarborough llegó a ser decana de Artes Liberales y Ciencias de la Universidad de Indiana South Bend y dedicó su carrera de investigación a la historia de las mujeres en la psicología. A partir de 1973 y hasta 1980 fue Consejera de Cheiron (International Society for the History of Behavioral and Social Sciences), la Sociedad que ayudó a fundar, y desde 1990 a 1991 fue Presidenta de la Sociedad de Historia de la Psicología. Fue miembro de la Asociación Americana de Psicología y de la Asociación para la Ciencia Psicológica. Siempre comprometida con su trabajo en Cheiron, participó hasta en la última conferencia de Kansas (Junio, 2015). Elizabeth Scarborough falleció en South Bend, Indiana, el 18 de agosto de 2015.
Fuente: MacKay, J. (2010). Profile of Elizabeth Scarborough. In A. Rutherford (Ed.), Psychology’s Feminist Voices Multimedia Internet Archive. Retrieved from http://www.feministvoices.com