El primer número de 2021 de esta publicación incluye una sección especial de artículos dedicados a explorar el potencial de la noción de salud mental para el estudio de las ideas psicológicas del pasado.
Tal iniciativa es propuesta por el texto introductorio de Graiver, que incluye el análisis histórico de la noción de “salud del alma”, desarrollada dentro de la cultura monacal cristiana durante los últimos siglos de la Antigüedad, y que es puesta en contraste con nociones modernas y contemporáneas de salud mental. Este análisis y la propuesta que sostiene son comentados en las siguientes dos contribuciones. En la primera de ellas, Lampe resalta las dos vías por las que, siguiendo a Graiver, la psicología de hoy puede sostener un diálogo provechoso con la historia con base en el concepto de salud mental: una, dedicada a las representaciones historiográficas de la experiencia individual; la otra, en relación con la historia de los conceptos. Ustinova, por su parte, advierte sobre las limitaciones metodológicas que en estudios de periodos tan remotos impone un material por lo común muy fragmentario, lo que puede notarse, por ejemplo, en las escasas referencias al término mismo “psyché” en la medicina grecorromana. Cierra la sección el trabajo de Rotman que se acerca a tres puntos de inflexión histórica en la relación entre enfermedad mental y el concepto de “pasiones”: el desarrollo de la reflexión sobre la psique en la Antigüedad, el giro que el pensamiento cristiano dio a las relaciones entre alma y cuerpo y, por último, el nacimiento de la psiquiatría moderna en el siglo XVIII.
Además de estos trabajos se encuentran en esta entrega tres artículos regulares, uno de ellos firmado por nuestro colega de España Javier Bandrés, quien ya ha contribuido con nuestro blog. En este caso, su artículo se dedica a reconstruir el conflicto entre católicos y promotores de las nuevas ideas científicas en la España de finales del siglo XIX a partir de la publicación La Ciencia Cristiana.